De entrada, la sienta en sus rodillas
Tomando cuidado de levantarle el vestido
Para no estropear sus pantalones
Porque tela sobre tela
Gasta la tela
Enseguida, verifica con la lengua
Si a ella la operaron de las amígdalas
Si no, sería contagioso
Después, como hay que ocupar las manos
Busca, tan lejos como pueda
Y rápido constata
La presencia efectiva y real de la cola
De una laucha blanca manchada de sangre
Y tira, tiernamente, del hilito
Para tragarse el tampax.
Boris Vian
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