Adentro, es demasiado.
Afuera no es suficiente.
Entras en la contradicción
de los hábitos tóxicos
que conservan la salud.
El pucho que te quema los pulmones
y te hace salir a ver el sol.
El encierro aplastante,
queriendo impedir la tragedia.
Otra historia más de cuarentena.
Quizás deberíamos empezar a acostumbrarnos.
¿Deberíamos?
martes, 31 de marzo de 2020
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